Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

sábado, 28 de abril de 2012

Fragmento de una carta inédita de Carlos a Antonio García-Molina



(Carta del Archivo de los herederos de Antonio García-Molina en Orihuela)

.......................TEXTO............
Barcelona, 10 de diciembre de 1964

Mi siempre muy estimado amigo Antonio. Con todas la cartas que he recibido de amigos y he dejado definitivamente sin respuesta me he creado una fatídica montañita sobre mi escrupulísima conciencia que me hace vivir, en el plano de la amistad, normalmente muy incómodo. Es la penitencia por mi recalcitrante pecado de pereza para ponerme en situación de escribir. Pero en esta ocasión afortunadamente para mí, desde que recibí tu carta con el folleto “Síntesis de autores oriolanos” mi ánimo no ha decaído en su propósito inicial de contestarte apenas tuviera un claro en mi oscura lucha por la existencia y este claro se ha producido hoy, esta mañana, inesperadamente, debido a haber despertado hecho una birria, con un fuerte dolor en un costado, quizás originado por un golpe de aire, de aire púgil y frío, que me ha obligado a faltar al trabajo. Y esto, encontrarme mal paradigmáticamente significa para mí un bien, una fiesta, una dulce expanción para mi espíritu. Aquí calentito en la cama, viendo a través de...[Son tres folios]

COMENTARIOS A LA CARTAS
El folleto que recibe de su amigo oriolano Antonio García-Molina, se titula "Sintesis de autores oriolanos", donde no figura Carlos, sen cillamente porque estos autores recopilados en el libro habían desaparecidos todos. Y no recogía a escritores oriolanos vivos. La carta, que tiene tres folios, finaliza recomendando a Antonio que podía editar otro folleto de autores oriolanos vivos, donde podían figurar "don Luis Almarcha, nuestro paisano y amigo Manuel Molina, residente en Alicante, tú y yo; Torres, Lucas, Ezcurra y algún otro ¿Qué te parece?"

Lo cual evidencia que siempre subiste en nuestro interior un rasgo de vanidad e inmortalidad.

"Sintesis de autores oriolanos" no tiene autoes, es de PUBLICACION DE LA OBRA CULTURAL DE LA CAJA DE AHORROS DE NTRA. SRA. DE MONTSERRATE. ORIHUELA. Los autores incluidos en el libro son: Justino Marín Gutiérrez “Gabriel Sijé”, José Marín Gutiérrez “Ramón Sijé”, Miguel Hernández Giner, José Mª Ballesteros Meseguer, Juan Sansano Benisa, Montserrate Celdrán Mojica, Presbítero, J. Rufino Gea Martínez, Adolfo Clavarana Garriga. Se imprimió en Imprenta Zerón-Orihuela. Y el Dep. Legal A-217-1964. (Archivo de Gaspar Peral Baeza)


La amitad entre Carlos y Antonio tuvo casi veinte años de distanciamiento y silencios, que abarcan desde el homenaje a Miguel Hernández en abril de 1942 en el cipres máximo, fecha en que estuvieron juntoS con otros hernandófilos. Por estas fechas es cuando Carlos le dedicó "No reposes, amor" que se publicó en la revista Momento Semana Santa 1942. Sobre 1961, se había retomado la amitad, quizás por la mediación de Joaquín Ezcurra que tenía mucho interés en que Carlos publicara en su revista "Oleza", donde no llegó a publicar nada, por propia pereza.



El texto completo del poemas es el siguiente:

Tú, como el mar, no reposas. Amor.
Si de pronto cesara tu vasto movimiento,
una ola infinita de odio y de terror
cubriría la tierra y la luz del firmamento.

¿Qué infierno, Amor, más grande y pavoroso
que la humana razón, sin tu atadura,
trastocada en un viento impetuoso
devastador, creciente, de locura?

¿Qué patria, qué deber, qué santidad,
qué noble sed de gloria inmarcesible,
qué interna claridad,
qué belleza sería ya posible?

Las alas de los besos no serían
de luz, sino de barro pegajoso;
las flores y los astros se odiarían,
como todo lo puro, lo bello y luminoso.

Ni una conmovedora despedida,
ni un rostro de cristal, fiel y risueño,
ni la miel de una voz enternecida,
ni un canto ni un ensueño.

Ni una mano de luna
resbalando, en caricia, en una frente ardorosa,
ni un aire de canción junto a una cuna,
ni una pisada queda, ni un rezo ante una fosa.

Sólo la garra, sólo la serpiente.
sólo la aguda espina,
la miserable carne solamente
entre aullidos, tinieblas y ruina.

¡No descanses, Amor, en tomo mío!,
aunque seas, a veces, amargo, cruel, violento,
como el mar levantado en un ciego desvarío.
Yo prefiero la muerte a estar vacío
de la fuerza creadora de su aliento.