Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

sábado, 28 de enero de 2012

Carlos conoció a algunos poetas del G- 27 en Madrid


(Milicianos en Madrid durante la guerra civil)

En noviembre de 1936, Carlos Fenoll y Jesús Poveda tras alistarse en un Batallón de Milicias, se trasladan a Madrid. Una vez llegados a la capital los ya cuñados intentan contactar con Miguel Hernández que ya estaba en Madrid desde finales septiembte del 36. El tiempo que Carlos Fenoll permaneció en Madrid, Miguel, le facilitó el contacto con Rafael Alberti, Vicente Aleixandre (le había publicado en "Silbo"), Emilio Prados, Mª Teresa León, Corpus Barga, Herrera Petere y Vicente Salas. Todos ellos, a través de Miguel Hernández, conocían y apreciaban la obra de Carlos Fenoll.

Carlos Fenoll, durante la guerra, permaneció al lado del bando republicano. En carta a Poveda, que estaba en Cataluña, leemos que Carlos está en Orihuela de permiso, y marcha para la meseta castella -Madrid-

9 de Diciembre-1938-Orihuela- Hermano Poveda: En lugar de escribirte el día que llegué te escribo hoy que me marcho. Ya he visto las piedras y los seres queridos. Ya he aspirado el aire de las estrellas de nuestro cielo. Mi corazón ya no llora de nostalgia, aunque le florecen las raíces del nuevo dolor: la marcha. Me he quitado del cuerpo hace un momento la ropa de paisano y llevo puesta la ropa militar. Entro en escena otra vez. De aquí a dos días ya estoy en la meseta castellana - Recibí tu última carta. Anoche recibió Josefina la última tuya, con una soberbia foto. Estás exactamente como eres. Te escribiré en seguida que llegue a mi destino más detenida y extensamente. Ahora voy a despedirme de todos. No he visto a Miguel.- Te abraza.- Carlos.

(No vio a Miguel porque se encuentra en Cox consolando a Josefina, puesto que el 19 de octubre habían perdido a suprimogénito Manuel Ramón, además Josefina estaba embarazada de su segundo hijo que nacería el 4 de enero de 39, Manuel Miguel)

Todos estos desagradables acontecimientos provocan en el espíritu de Carlos Fenoll un duro golpe.

Con la marcha de la familia Fenoll a la capital catalana, Carlos Fenoll pretendía sacar adelante su pésima situación económica, además de ampliar su ámbito literario. Unida a su lamentable situación económica, se suman numerosas depresiones nerviosas. El recuerdo de los amigos muertos y la violenta lucha interior entre el silencio y la comunicación pueblan el espíritu de Carlos Fenoll de negras sombras y lo arrastran hacia una continua angustia. Desde Alicante sus amigos Manuel Molina y Vicente Ramos se esfuerzan en arrancarle algunos poemas. Si Carlos, hoy día es conocido, es gracias a Molina y a Ramos.